Hace ya 2 años, me gradué en Fisioterapia en la Universidad San Jorge. Recuerdo con mucha emoción la ceremonia de fin de grado donde tuve la oportunidad de decir unas palabras en nombre de todos los estudiantes. Lo recuerdo como si fuera ayer, acabé el discurso diciendo que como francés, cuando llegué a España, no conocía el idioma ni tampoco la cultura. No obstante, tras 4 años de estudio y de vivencias inolvidables, mi sentimiento hacia España había cambiado por completo. No solo me llevaba conmigo el grado de fisioterapia, sino también una nueva patria.

Nada más graduarme, empecé a trabajar en una consulta privada de fisioterapia en París y a especializarme en el tratamiento del dolor crónico. En seguida me di cuenta de que sólo con ser graduado no era suficiente, tenía la necesidad de continuar aprendiendo (especialmente en un oficio como la fisioterapia).

Hice varios cursos sobre dolor crónico, tratamiento musculo-esquelético y razonamiento clínico. Fue la oportunidad perfecta para encontrar a gente como yo, fisioterapeutas con sed de aprender. Estreché lazos con muchos de ellos y con esos lazos se anudaron proyectos interesantes.

Tuve la oportunidad de participar en la traducción (al francés) de un libro sobre el dolor escrito por un fisioterapeuta anglófono. Actualmente, también soy redactor de varios blogs de fisioterapia donde comparto y resumo artículos de interés sobre la fisioterapia. Por otro lado, colaboro con dos asociaciones de fisioterapia en dolor en las cuales dedico mucho tiempo y esfuerzo; y próximamente podremos recoger los frutos de este trabajo en forma de dos congresos nacionales en donde estaré encantado de participar.

Asimismo, este año he sido admitido en un Máster en psicología, control motor y rendimiento deportivo, lo que me ha permitido descubrir el mundo de la investigación, el rigor científico y continuar cruzándome con gente muy enriquecedora.

Sin lugar a dudas, estos dos últimos años después de la graduación han sido intensos y muy productivos. Ahora, miro hacia atrás y me doy cuenta de que lo que aprendí en la USJ durante 4 años, en cuanto a competencias de organización, trabajo en equipo, rigor y dedicación me sirve día tras día.

Miro hacia delante llevando siempre conmigo el lema siguiente: “Más y mejor”.